domingo, 18 de junio de 2017

EL CONSUMO DE PORNOGRAFÍA POR INTERNET INFLUYE EN LA ESTABILIDAD DEL MATRIMONIO

EL CONSUMO DE PORNOGRAFÍA POR  INTERNET INFLUYE EN LA ESTABILIDAD DEL MATRIMONIO
Fuente: ZENIT.org

Mirando porno en internetEl creciente consumo de pornografía está creando no pocos problemas. Un juez de Melbourne, Australia, sentenció a un hombre a 11 años de prisión por la acusación de violación, informaba el periódico Age. El juez Damian Murphy afirmó que Andrew Bown había actuado de acuerdo a una fantasía vista en un material bajado de Internet.

Una consecuencia de la pornografía de Internet es el aumento de las imágenes sexuales más extremas y violentas. Escenas que son tan degradantes y humillantes que se prohibirían en el cine y la televisión es tan ahora fácilmente disponibles a cualquiera con una conexión a Internet.
Las investigaciones demuestran un nexo entre el consumo de pornografía y las agresiones sexuales masculinas. Incluso cuando la pornografía no es violenta, la exposición a ella tiende a aumentar la tolerancia del espectador ante la violencia sexual.

A principios de año un reportaje publicado en Australia revelaba los números record de visitas a las páginas webs pornográficas. Según un artículo del Sydney Morning Herald, una encuesta encontró que el 35% de los usuarios de Internet había visitado al menos una vez una página «de adultos» en los tres meses precedentes.
Según el artículo, psicólogos y consultores afirman que la pornografía de Internet es una causa creciente de problemas matrimoniales debido al aumento del número de hombres que se convierten en consumidores compulsivos.

En el periódico Age se publicaba un largo artículo sobre este tema. «El impacto de la pornografía en Internet  en las actitudes, prácticas y relaciones sexuales puede llegar a ser tan profundo como la introducción de la píldora anticonceptiva en 1961», afirmaba el artículo.

Calificándolo de «nuevo destructor de matrimonios», el artículo comentaba que no sólo logra que gran número de hombres sean consumidores habituales, sino que también causa infelicidad y falta de confianza en muchas mujeres.

CÓMO EDUCAR A TU HIJO PARA CAMBIAR UNA SOCIEDAD CORRUPTA

CÓMO EDUCAR A TU HIJO PARA CAMBIAR UNA SOCIEDAD CORRUPTA  
ART. DE aleteia.org”     

La crisis política de algunos países es, ante todo, un problema moral; las familias que eduquen hijos virtuosos pueden transformar esta situación
Si realmente crees que los niños son nuestro futuro, entonces tienes educa a tus hijos para cambiar una sociedad corrupta. Al enseñarles los valores que necesitarán para volverse líderes innovadores y deseosos de cambio, es necesario ayudarlos a desarrollar la responsabilidad y la concientización, así como la habilidad de pensar fuera de la caja. Si quieres cambiar el rostro de nuestra sociedad, un niño de cada vez, sigue estos pasos.

1 – Haz que tu hijo se responsabilice cuando se porta mal. Si tu hijo ha cometido un error, aunque parezca que no tiene graves consecuencias, necesita aprender a admitir que hizo algo equivocado y se debe disculpar por ello. No dejes que tu hijo haga lo que quiera hasta que tenga cuatro o cinco años sólo porque es difícil hablar con él. Haz que él vea que hizo algo equivocado una vez que sea lo suficientemente grande para sentir vergüenza.

2 – Ten un sistema claro de castigos y recompensas. No es necesario pegarle a tu hijo para mostrar que su mal comportamiento tiene consecuencias. Quítale su juguete favorito o algo parecido y completa eso con un sistema de recompensas por su buen comportamiento, para reconocer las buenas acciones que ha hecho también. Pero sé consistente y no varíes las recompensas o los castigos. No permitas que tu hijo piense que el comportamiento malo no tendrá consecuencias, sólo porque estás cansada. No subestimes el poder de un elogio: ello incrementa su autoestima y le enseña a reconocer también el valor de los demás.

3 – Delega a tu hijo algunas tareas de casa. No recompenses a tu hijo por lavar los platos, sacudir los juguetes o limpiar la leche que derramó. Él necesita entender que es su deber realizar ciertas tareas. Dile que estás orgullosa por verlo contribuir, pero no permitas que él piense que está haciendo un favor. Eso lo ayudará a desarrollar su sentido de responsabilidad innata: él entenderá que debe contribuir positivamente a la sociedad, independientemente de lo que recibe a cambio. Para eso, él necesita ver a todas las personas de casa realizar tareas, incluso a ti, y entender que para que un hogar esté siempre en orden, todo el mundo tiene que ayudar – y una sociedad justa también funciona así.

4 – Enséñale a tu hijo a sentirse responsable por los hermanos y amigos más jóvenes. Si tu hijo es el mayor de la familia o el niño más grande del barrio, enséñalo a ser responsable por los más chicos, teniendo un papel activo protegiéndolos, enseñándoles a distinguir lo correcto y lo incorrecto y manteniéndolos lejos de los problemas. Dile que él es el mayor, el más sabio y el más fuerte y que debe usar todo eso para ayudar a los demás y no para sacar ventaja.

5 – Incentiva a tu hijo a ser un ciudadano responsable. Si quieres que tu hijo haga la diferencia en una sociedad corrupta, entonces necesita aprender que no es responsable sólo de su jardín: él necesita tener un horizonte mayor para contribuir con un cambio positivo. Enséñalo a no tirar basura en la calle, a sonreír y a ayudar a los demás en sus necesidades.


viernes, 26 de mayo de 2017

LAS SEÑALES DEL CUERPO

LAS SEÑALES DEL CUERPO
Por: Dr. Pavlusha  K. Luyando Joo
luyandojoo@yahoo.com

El cuerpo es una compleja interrelación de tres dimensiones distintas, pero conectadas entre sí: el cuerpo, las emociones y el espíritu.

Cada una de estas dimensiones influyen en la otra y viceversa. De esta forma podemos ver como una persona que empieza a hacer alguna enfermedad, no solo ve alterada su salud física a través de señales muy importantes como la aparición de dolor en alguna parte del cuerpo; también  casi inmediatamente cambia el estado de ánimo; el desánimo empieza a ganar terreno, disminuye la fuerza de voluntad, el mal humor se hace patente y se empieza a pensar hasta en lo peor. De alguna manera la enfermedad abarca  el “todo” de la persona. Es decir la enfermedad del cuerpo, influye en el estado emocional de la persona y en el espíritu (vitalidad). Esas son las señales del cuerpo que avisa que algo no anda bien.

La emociones también influyen en la salud de la persona, y esto se sabe desde muy antiguo. Allá por los 430 ac un médico griego llamado Hipócrates, relacionaba los distintos temperamentos de la persona que la hacía proclive padecer  de ciertas enfermedades.
También es sabido que ciertas turbaciones crónicas del estado de ánimo y sentimientos encontrados como la ira constante, la idea de estar en peligro a cada momento, el rencor, la hiperactividad desmedida también pueden enfermar a la persona.

La enfermedad física, como las infecciones u otras perturbaciones funcionales del organismo pueden ser tratadas por el médico con medicamentos, pero las emociones y el espíritu enfermo no.
Cuando una persona por ejemplo lleva una vida agitadísima sin parar ni un solo día, o si tiene reacciones violentas, o si es hipersensible al más mínimo inconveniente con cualquier persona, o si recuerda con exactitud hasta el más mínimo detalle de como la agredieron de alguna forma en el pasado o si bebe mucho o no se siente perdonado por Dios….  ¡Allí hay un problema emocional de fondo y también del espíritu!.

Este tipo de personas, por lo general tiene una salud precaria, se enferman mucho más veces que las personas cuya salud mental y su espíritu está más o menos en orden. (Lógicamente hay excepciones).

¿Qué hacer para evitar perturbaciones de la mente y del espíritu?
Primero es importante darse cuenta que tipo de ideas negativas son las  que generalmente llevan nuestros pensamientos, segundo es fundamental  precisar que es, y en qué circunstancias  es que se producen este tipo de pensamientos y tercero procurar darlas solución conversando con alguien de confianza, en otros casos; con un profesional (psicólogo, o médico de confianza) o con alguien especializado en temas de profundidad humana (un religioso por ejemplo).

Muchas veces este tipo de pensamientos y actitudes negativas son superadas simplemente con buen sueño (7 horas mínimo), buen descanso al menos una vez por semana, estar en contacto con la naturaleza, realizar ejercicios no extenuantes, lectura de libros orientados a la buena reflexión, a forjar el intelecto y  la vida espiritual de acuerdo a nuestro estado de vida a través de la oración contemplativa en una capilla o la asistencia a un retiro.

Este tipo de consejos que le a usted le presentamos, han surgido de nuestra experiencia profesional, ayudando a muchas personas con diversidad de dolencias. Esperamos aportar un granito de arena si es que usted necesita algo de ello.

viernes, 28 de abril de 2017

LA ANSIEDAD

LA ANSIEDAD

Por: Dr. Pavlusha K. Luyando Joo

La palabra ansiedad proviene de latín “anxietas”, se puede definir como una respuesta anticipada e involuntaria del organismo frente a determinados estímulos que, que son percibidos como peligrosos o  amenazantes. Por lo general se acompaña de tensión y contracturas musculares; e incluso puede conllevar  a cambios en la presión arterial (sube) y otros síntomas como diarreas, insomnio, sudoración, palpitaciones en el pecho,  cólicos abdominales,  ardor en el estómago; etc.

La ansiedad en realidad es un mecanismo diseñado por la naturaleza frente a cualquier peligro, para que la persona adopte las medidas necesarias para enfrentarse a una amenaza.
Podemos sentirnos ansiosos frente a problemas económicos, sentimentales, por  haber discutido con alguien por ejemplo o porque un perro nos ladró en la calle. Esta sensación es totalmente normal y más bien nos permite de alguna forma anticipar el peligro y tomar medidas para solucionar ciertas incomodidades de la vida cotidiana.

Sin embargo hay personas que por diversos factores como impactos emocionales demasiado fuertes, estrés crónico (pensamientos torturantes o sentimientos de culpa que no cesan), obsesión por la hiperactividad  y una inclinación de su temperamento, entre otros factores; hacen que la ansiedad no desaparezca e incluso llegan al pánico.

¿Qué hacer?
Lo primero que hay que hacer es racionalizar el hecho,  preguntarnos; ¿por qué me pongo así?, ¿acaso no tiene solución este problema?, ¿acaso es el fin del mundo?, en este periodo lo importante es esperar un poco, respirar hondo, distraerse, conversar con alguien.
También ayudan mucho las infusiones de hierbas aromáticas como las de toronjil,  hierba luisa, el té jazmín; valeriana; entre otras.

Los baños tibios por la noche son muy útiles para reducir las contracturas musculares  y para quienes no pueden conciliar el sueño (mejor de tina)

Un cambio en la dieta por unos tres o cuatro ayuda mucho para disminuir los síntomas de la ansiedad, lo recomendable es retirar las proteínas animales, frituras y disminuir carbohidratos (pan, azúcar), lo recomendable es ingerir alimentos ricos en fibra como las frutas y vegetales crudos.

En algunos casos es muy importante consultar al médico, el cual puede prescribir algún medicamento para la ansiedad. En la actualidad hay mucho temor a tomar ansiolíticos, pues muchos piensan que se volverán adictos al fármaco. Este tipo de pensamiento no es correcto; pues un ansiolítico bien prescrito ayuda muchísimo para que desaparezcan los síntomas de pánico.

Hay también técnicas terapéuticas que puede ayudar en determinados casos, como los masajes, la acupuntura, los ejercicios de respiración; entre otros. En general la ayuda profesional es muy importante a través de la consejería, pues permite encontrar salidas a los conflictos que tenemos.




viernes, 21 de abril de 2017

FORMANDO LA CONCIENCIA

FORMANDO LA CONCIENCIA
Por: Pavlusha Luyando Joo
policlinicosagradafamilia@gmail.com
Lima- Perù

La libertad se debe educar conforme a los dictámenes de una recta conciencia, por ello es necesario formar una buena conciencia en los niños.
La libertad con una conciencia mal formada, es origen de innumerables males para la persona y para la sociedad.
La formación de la conciencia es una de las tareas más delicadas y difíciles que existen, porque tal y como vamos a educar desde pequeños a los niños, así será la sociedad más tarde; pues no hay que olvidar que la sociedad es la suma de individuos.

Lamentablemente en la actualidad por la diversidad de criterios, no todos están dispuestos a seguir los caminos correctos para educar, la visión relativista en el mundo correcto hace creer que todo es válido, que toda idea se debe aceptar (por más aberrante que sea) y que no hay nada que cuestionar.

Hoy incluso; el término “intolerancia” se aplica indiscriminadamente hasta en quienes alzan su voz (con razones justificadas) contra algunas formas de proceder, o ideas erróneas que pueden afectar el bien común, sobre todo a la educación de os niños.

Pero..¿Qué es la conciencia?
La conciencia es la inteligencia del hombre, que dictamina la moralidad de sus acciones, que distingue entre lo lícito y lo ilícito, lo que debe hacer y lo que debe evitar.
Procurar vivir con moralidad es algo muy importante, para el bien común. En un sociedad en, la falta de respeto así mismo y al prójimo, donde no se obedece las líneas de autoridad, donde no hay respeto a lo histórico ni a lo sagrado; se convierte en un sociedad decadente e influye en las contradicciones sociales, ya que los individuos viven en desarmonía; sin un plan común, por lo caótico que resulta vivir anárquicamente como cada uno se le antoja, derivando corrupción en todos los estamentos de la sociedad.
Una sociedad en donde no se traza adecuadamente la dirección en cuanto a los valores que se quiere, se torna decadente.

Por ello formar la conciencia es muy importante, porque ella es el testigo, y el juez; la conciencia es Dios que habla la verdad en el corazón de los hombres. Guiarse por una recta conciencia es indudablemente seguir la voluntad divina.
La conciencia es el núcleo, es el sagrario del hombre, es la voz que resuena en lo más hondo del alma.
Allí el hombre, se decide por el bien o por el mal, escoge entre el triunfo y la derrota, entre el sacrificio o la renuncia. La conciencia es el guía, que señala el camino seguro.

Una conciencia que no es recta, se deja llevar por el capricho y se aparta de las normas de la moral. La conciencia a veces se puede equivocar, por ignorancia invencible, es decir; la persona ni siquiera cae en la cuenta de que la tiene; a pesar de que intuye y donde los medios para darse cuenta pero no logra disiparla. Las acciones echas por un conciencia errónea carecen de culpa.

Sin embargo el hombre muchas veces no pone empeño en averiguar qué cosa es lícita o ilícita y entonces su ignorancia es culpable; ya que su ignorancia puede disiparla pero no quiere.
Los actos cometidos por una conciencia culpablemente mal formada serán culpables también.

La conciencia se puede cegar por el hábito de hacer el mal, la costumbre de hacer cosas inmorales adormece la conciencia. El mal produce un efecto fatal en la conciencia de quien lo comete. Poco a poco la persona no distinguirá entre el bien y el mal, o en los peores casos le dará igual.

La educación moderna no debe basarse solamente enseñar conocimientos. La tarea crucial en la actualidad es enseñar a clasificar la gran cantidad de conocimiento que se tiene; ya que no todo conocimiento es bueno sino se puede discernir si es para el bien o para el mal.

El mal ejemplo generalizado es también un factor importante, por ello los padres deben examinar cuidadosamente el criterio de las personas que rodean a los hijos, apartar de ellos a gente que tiene el criterio torcido y que puede generar un mal en los hijos.

Pero ¿Qué es lo bueno y que es lo malo?
Para encontrar la respuesta debemos primero ubicar un punto de referencia. El punto referencial es importantísimo; ya que de ello depende encontrar la verdad:
“Amarás a Dios sobre todas las cosas y la prójimo como a ti mismo”, en eso se resume la enseñanza para encontrar la verdad. Dios al centro de todo; condición indispensable para poder discernir.

De esta forma en cualquier área de desarrollo humano; sea en cualquier oficio, actividad o profesión, o simplemente en lo más cotidiano de nuestras actividades; a través de esa enseñanza podremos encontrar el verdadero camino; esa será nuestra conciencia.

Tarea de los padres y maestros: formar la conciencia. Condición indispensable: tener bien formada la conciencia propia. El lenguaje más eficaz: el ejemplo.
El enemigo principal de la conciencia: Los mismos padres, si ellos no tienen la conciencia bien formada, será imposible que formen a sus hijos.

En muchos casos es imposible que la persona pueda discernir sola, es necesario la ayuda, la dirección de personas piadosas de moral intachable, para ello no es difícil darse cuenta donde están, sus obras se reflejan siempre el bien.  

Procuremos educarnos, para cultivar nuestra conciencia y poder orientar a las nuevas generaciones, de ello depende el futuro de nuestra nación.
No hay decisión más irracional en las personas que buscan el bien para sus hijos; que dejarlos al libre albedrío; o que los eduque la televisión, la radio o el Internet.

Si analizáramos con justa rectitud todos estos argumentos, encontraríamos la respuesta del porque el mundo hoy está como está…

En el mundo de hoy, se hace el mal sin creer que se hace el mal, con lo cual no queda espacio para el arrepentimiento ni para la enmienda.

viernes, 14 de abril de 2017

EL APEGO HACIA LAS PERSONAS Y COSAS

EL APEGO HACIA LAS PERSONAS Y COSAS
Por: Pavlusha K. Luyando

El hombre que se ama a sí mismo enferma del espíritu, porque la salud del alma se encuentra en la sana relación el prójimo y con la certeza en la conciencia de hacer lo que el creador exige de nosotros.
El hombre egoísta, hace mal al prójimo y a sí mismo. El egoísmo impide amar porque más se quiere uno mismo que a la persona que tenemos a nuestro lado.

El verdadero amor no se encuentra en la relación física que se tiene con las personas, no está tampoco en el apego hacia las cosas, o al tiempo que le dedicamos al trabajo o a los negocios.

El verdadero amor está en el sacrificio que entregamos al prójimo. Entiéndase por sacrificio el acto que se realiza con esfuerzo y con algo de renuncia a lo que tenemos por dárselo al otro. El sacrificio es la medida del amor.

No hay que confundir amor con apego. El apego no es amor. El apego es la imperiosa necesidad de la presencia física y psicológica de una persona u objeto para apaciguar miedos y ansiedades.
El amor en cambio; no necesariamente necesita la presencia física de la persona, el que ama es capaz de soportar el tormento de la ansiedad, del desprecio, de la traición, perdona  y sigue amando; sin restregar nada del mal que se le ha hecho.

Algunos se apegan irresistiblemente a los objetos materiales, otros se sienten seguros cuando tienen a una persona al lado, en ambos casos se busca llenar el vacío, la soledad. El apego solo da seguridad temporal.  
Ni las posesiones terrenas, ni las personas  son eternas, cuando el objeto de apego está ausente es mayor el vacío y la ansiedad.

Los bienes terrenales no son malos en si, pero los convertimos en algo negativo cuando creemos que es lo que nos dará felicidad verdadera.
En la práctica se demuestra que las personas apegadas a algo o a alguien; al perderles,  el mundo se les viene abajo, se derrumban porque se acabaron sus seguridades. Independientemente de lo que pensemos sobre esto; sucede. .Nada de este mundo puede llenar sus vacíos existenciales, por ello los miedos llegan tarde o temprano como tormentas arrasadores.

Entonces… ¿En qué o quién podría estar nuestra seguridad?
Para responder esta pregunta, debemos razonar de la siguiente manera: Si lo temporal es finito; es decir se acabará algún día, para alcanzar verdadera seguridad debo apoyarme en lo que nunca perece, en lo que nunca acaba, en lo que es eterno; es decir en Dios.


Las cosas temporales son para tenerlas, las espirituales para gozarlas. El hombre si desea ser libre debe espiritualizarse, y para espiritualizarse debe encontrar a Dios. Esa es la razón de ser del hombre.

miércoles, 29 de marzo de 2017

LA FAMILIA Y LA SALUD

LA FAMILIA Y LA SALUD
Por: Dr. Pavlusha Luyando Joo
Policlínico Sagrada Familia
Lima-Perú
luyandojoo@yahoo.com

La familia es la célula básica de la sociedad; es la estructura fundamental, La familia es el pilar de cuya solidez va depender la calidad de sociedad que se pretende construir.
La familia es el lugar más seguro, en donde se transmitirán; el aprendizaje de la cultura, los valores y las conductas que van a influir en el cuidado de la salud de la persona a lo largo de su vida. Por ello es imprescindible tomar conciencia de valor inestimable de la familia en cuanto a la salud integral del individuo.

Si al individuo no se le educa en el seno familiar en buenas costumbres en cuanto al cuidado de la salud o se le abandona afectivamente, surgirán personas proclives a enfermedades de salud mental como la ansiedad, depresión.
De otro lado; si la familia no cumple adecuadamente el rol que le toca; es decir no cumple cabalmente rol de educadora, en cuanto a valores se refiere; entonces engendrará tiranos egoístas, generadores en el futuro de violencia familiar.

Si la familia genera personas piadosas, solidarias, exitosas, con un profundo respeto a la vida y por Dios, la sociedad se fortalecerá y puede hacer cambios muy profundos en una comunidad o hasta en una nación determinada.

Reflexionemos por un momento y preguntémonos: ¿Qué calidad de individuos se engendran hoy en las familias?
Gran parte de las taras del individuo se gestan en gran parte de los casos en familias desestructuradas. En los países donde hay altas tasas de divorcio por ejemplo, se da un elevado y creciente de jóvenes violentos, deprimidos y muchas veces inadaptados para la vida en convivencia; esto por hacer sido privados de ambientes y medios familiares adecuados.

Muchos de los casos de pandillaje, consumo de drogas, alcohol, cuadros de depresión y ansiedad empiezan por problemas en la familia. 
La calidad de relaciones dentro de la familia es muy importante, son un gran preventivo para evitar enfermedades que van desde las patologías psicológicas y físicas.

Por ello es importantísimo que los esposos luchen por la familia a brazo partido, no solamente esmerándose por dar beneficios materiales a los hijos, sino a través de un correcto ejemplo y una vida piadosa.

El diálogo entre la pareja y los hijos es muy importante, allá donde no hay diálogo es difícil superar los problemas más cotidianos en la familia, que a la larga pueden traer consecuencias, sobre todo en los hijos a pesar de provenir de “familias bien constituidas”. Es decir la familia cumple el rol perfecto si es que en ella esta: 1.Dios, 2. el buen ejemplo de los padres, y 3.el diálogo entre los miembros de la familia.
En el caso de la ausencia de algunos de los padres sea por muerte o separación ,es importante que alguna figura sustituta (hermano, tío, abuelo) suplanten el vació afectivo dejado por el padre o madre ausente.  Esto asegura que las consecuencias negativas de la ausencia de los padres se atenúe considerablemente,

La falta de diálogo es mortal, ya que sin él no se puede llegar a la reflexión, a la disculpa de la falta, o a poner el orden necesario en la familia.
Algunos padres buscan colmar únicamente las expectativas materiales. Esto puede ser un gran error, ya que lo material no suplanta al diálogo, o a la presencia de los padres.
Otros padres de familia se ven obligados por necesidad a dejar los hijos en casa para traer un pan, lamentablemente algunos empleadores no toman en cuenta la importancia de humanizar el trabajo para el bien social y la salud del individuo.

Por ello los padres de familia deben estar en  alerta constantemente, ya que el ritmo voraz de los mensajes que inundan la sociedad, están dirigidos a socavar la estructura familiar.
Los mensajes a través de los medios pregonan abiertamente y sin ningún límite incitan el libertinaje sexual de los jóvenes, muestran un mundo descontrolado y sobre todo den a entender a la población que vivir “sin límites” es lo mejor y lo más moderno, lo cual se refleja en las elevados porcentajes de jóvenes con enfermedades de trasmisión sexual, alcoholismo, drogadicción, depresión y ansiedad.

Esto crea una diferencia muy grande entre lo que debemos aspirar para la familia y el modelo que los medio masivos ofrecen.
Si queremos una nación mejor y con individuos más sanos cuidemos mucho a nuestra fa

LA EDUCACIÓN EN EL HOGAR PARA EVITAR CONDUCTAS DE RIESGO

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